
“Presión alta: el enemigo silencioso que puedes controlar”
La hipertensión arterial, conocida como presión alta, es una de las enfermedades más
comunes y peligrosas en la actualidad. Se le llama “el enemigo silencioso” porque, en
la mayoría de los casos, no causa síntomas evidentes, pero puede provocar daños
graves en el corazón, el cerebro, los riñones y otros órganos vitales si no se detecta y
controla a tiempo.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.280 millones de adultos en el
mundo tienen hipertensión, y la mitad de ellos no lo sabe. Esto se debe a que la
presión alta rara vez genera molestias, pero sus consecuencias pueden ser fatales:
aumenta el riesgo de infarto, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y problemas
de visión.
La única forma de saber si tienes hipertensión es medir la presión arterial regularmente.
Los valores normales son menores de 120/80 mmHg. Si tus cifras son iguales o
superiores a 140/90 mmHg en varias mediciones, es importante consultar al médico,
quien podrá confirmar el diagnóstico y recomendarte los pasos a seguir.
El control de la presión alta implica cambios en el estilo de vida: reducir el consumo de
sal, mantener un peso saludable, hacer ejercicio, evitar el tabaco y limitar el alcohol. En
muchos casos, también se requieren medicamentos para mantener la presión bajo
control.
La buena noticia es que, con un tratamiento adecuado y seguimiento médico, la
mayoría de las personas con hipertensión pueden llevar una vida plena y activa.
Recuerda: la hipertensión no avisa, pero sí se puede prevenir y controlar. Mídete la
presión, cuida tu salud y consulta a tu médico regularmente.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS), Mayo Clinic, American Heart
Association.